jueves, 7 de mayo de 2009

Influenza

Con las calles vacías
y las tiendas cerradas
los grises edificios
se aburren bajo el sol

Esta es una bandera
cuyo sólo deber
es ondear orgullosa.
(No sabe, pobrecilla,
lo lejos que está Dios).

Los vientos tricolores
que cubren a la patria
lanzan a la intemperie
esperados augurios

Uno que otro cristiano
con la boca tapada
por la hermosa avenida
se acompaña del miedo.

Pero aquí estamos todos
sentados esperando
ver llegar al futuro
a la sola ciudad

El narco y sus ajustes
en la rutina diaria…
el silencio ha llegado
¡Qué lejos está Dios!

María Elena Cerecero

3 comentarios:

  1. wowwwww interesante... pero no creo que DIOS este tan lejo kisas este a tu lado....

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  2. Me gusta suas versos!!! y poca madre la idea de tomar la poesia contra la influenza! En horabuena!

    www.sirenario.blogspot.com
    www.pniebla.blogspot.com

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