lunes, 4 de mayo de 2009

Esperar el final

Esta cloaca es mi trinchera, mi sutil contradicción,
desde aquí mi corazón es corazonada y fiera,
no me importa que allá afuera el silencio sea canción.
No me toquen a la puerta, mi cerrojo es el dolor,
no me lleven al doctor, mi locura es ya muy cierta,
su esperanza nació muerta, ya no apelen a mi honor.
Que su mundo se subleve, el ahorcado seré yo,
les he dicho ya que no, no me importa si les llueve,
si su paz es cosa breve, si su espejo se quebró.

Yo no pienso esperar el final
en la angustia de algún corredor,
en la cama de un triste hospital,
yo no pienso curarme este mal,
yo me muero aquí y muero de amor.

Esta gripa es cosa mía, sea de cerdo o sea de dios,
yo no quiero que mi adiós se parezca a la agonía
del payaso que sufría porque se quemó el arroz.
No me mientan una cura, una tibia salvación,
esta herida de pasión no se cierra con suturas,
yo me quedo en las alturas con razón o sin razón.
Que se cumplan sus deseos, que se cumpla su moral,
este cuerpo de animal no va a dar ningún paseo,
yo no me uno a ese jadeo, a ese mar de poca sal.

Yo no pienso esperar el final
en la angustia de algún corredor,
en la cama de un triste hospital,
yo no pienso curarme este mal,
yo me muero aquí y muero de amor.

Franco Narro

No hay comentarios:

Publicar un comentario